Dra. Nadia Martínez Marrero y Dr. Ángel G. Alpuche Solís
Laboratorio de Biotecnología Agrícola, Médica y Ambiental (LANBAMA)-IPICYT
¿Será un lujo tomar jugo de naranja?
Hace unos meses surgieron memes en las redes sociales de cual sería el mejor regalo para el día del amor y la amistad, y aparecieron fotos de un kilo de limón, pues su precio estaba por las nubes y era un producto muy codiciado. Uno de los factores para este desabasto y aumento de precio, fue la enfermedad conocida como el dragón amarillo o Huanglongbing, causada por una bacteria que es transmitida por una chicharrita, que produjo la pérdida de cientos de hectáreas de cítricos en el mundo.
Importancia de los cítricos
Los cítricos forman parte de los cultivos tropicales más importantes a nivel mundial. Su cultivo genera miles de empleos que benefician a millones de personas. Su importancia en el mercado es principalmente por su sabor y por su valor nutricional.
México es considerado el cuarto productor de cítricos en el mundo y su producción y comercialización genera un número importante de empleos e ingresos en el país. Tan solo el estado de San Luis Potosí cuenta con una superficie de 35,119 hectáreas dedicada a la citricultura, con una producción anual de 1,228,982 toneladas y un valor de producción superior al billón de pesos. San Luis Potosí cuenta con una infraestructura de 18 centros de acopio, 2 seleccionadoras, una juguera y un vivero certificado.
La amenaza del dragón amarillo
Desde hace algunos años toda la cadena citrícola se ve afectada por los estragos de la enfermedad Huanglongbing (HLB) o dragón amarillo de los cítricos causada por una bacteria que llega al interior de la planta (Floema) y es de difícil control. Su género es Candidatus Liberibacter ssp., y hay 4 especies conocidas que afectan a los cítricos: americanus, africanus, caribbeanus y asiaticus, siendo esta última, la mayormente distribuida en el mundo y la que se encuentra en México.
En el estado de San Luis Potosí HLB está presente en 3,833 hectáreas de los municipios de Aquismón, Axtla de Terrazas, Ébano, Ciudad Valles, Huehuetlán, Coxcatlán, Tancanhuitz de Santos, El Naranjo, Matlapa, San Vicente Tancuayalab, San Martín Chalchicuautla, Tanquián de Escobedo, Tamazunchale, Tamuín, Tampamolón Corona, Tampacán, Rioverde, Ciudad Fernández, Lagunillas y Xilitla.
El número de productores afectados alcanzó la cifra de 19,046, con un total de 980 huertas. Se estima que la superficie comercial con presencia de la enfermedad en el Estado es aproximadamente el 11% con relación a la superficie estatal (34,848 hectáreas). Las mermas en SLP han ido de 25 ton/ha a solo 7.8 ton/ha, y el precio por ton estaba debajo de $4,500 pesos y ha subido hasta $8,500 pesos la tonelada recientemente pudiendo llegar a $12,500 pesos según nos comentó el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de SLP.
¿Que síntomas produce en la planta?
Los cítricos infectados por HLB pueden tardar un tiempo en mostrar síntomas y además los síntomas iniciales son difíciles de reconocer debido a que son muy leves y fáciles de confundir con los causados por otras condiciones, como la falta de nutrientes. Los síntomas notables van desde puntos amarillos, manchas angulares, acorchamiento, venas engrosadas y de color amarillo, moteados y manchas amarillas difusas hasta que el amarillamiento es total en la hoja y ocurre su caída. Los frutos muestran colores anormales, maduración irregular, deformidad, sabor amargo y semillas abortadas, y con frecuencia caen prematuramente. El árbol afectado, en general, tiene muy limitada la entrada y el transporte de nutrientes, lo cual conlleva la pérdida de las hojas de la copa y el desarrollo de raíces fibrosas. Estos hechos finalmente conducen a la muerte del árbol, aproximadamente, diez años después de los primeros síntomas.
Esta enfermedad es considerada como la más destructiva para los cítricos en el mundo, debido a la severidad de sus efectos sobre la productividad, a la rapidez con que se dispersa, a que afecta a todas las especies de cítricos y a que no existe todavía un tratamiento efectivo contra ella.
¿Quien transmite la enfermedad?
La bacteria es diseminada de árbol a árbol por una chicharrita o psílido asiático y su nombre científico es Diaphorina citri. La chicharrita está ampliamente distribuida en México, con poblaciones grandes y se reproduce varias veces a lo largo del año.
¿Que hacer para controlar la enfermedad?
Un diagnóstico certero
Existen múltiples métodos de detección del HLB, algunos de estos son: 1) la inspección visual de los árboles en épocas de lluvia y seca en busca de síntomas de la enfermedad. 2) la prueba del yodo-almidón, una técnica barata y rápida, para observar la acumulación de almidón en hojas con síntomas como resultado de la infección bacteriana. 3) el uso de programas computacionales de inteligencia artificial que han aprendido a identificar los síntomas en las plantas. Sin embargo, actualmente el método más eficiente para el diagnóstico del HLB para su detección y cuantificación de bacterias presentes en una muestra de tejido vegetal, es 4) la Reacción en Cadena de la Polimerasa en tiempo real (qPCR). Este es método estándar aceptado por las agencias reguladoras sanitarias para una determinación inicial de infección por Candidatus Liberibacter spp. Después, se pueden realizar ensayos más finos como secuenciación del ADN para verificar la especie del patógeno.
En México no existen muchos laboratorios con acreditaciones en detección de enfermedades en plantas, pero afortunadamente en S.L.P. contamos con el LANBAMA, en donde se implementó el método de detección y cuantificación de Candidatus Liberibacter asiaticus por qPCR, en colaboración con la empresa BioFlora (Mexicali, B.C.), para monitorear tratamientos de control de HLB.
A pesar de que los síntomas del HLB se conocen desde 1919 y de los esfuerzos continuados para controlar la enfermedad, a la fecha se carece de tratamientos técnicamente adecuados, sostenibles y seguros para el medio ambiente, que permitan eliminar tanto la bacteria como su vector.
¿Cómo controlar a la chicharrita?
Una de las principales estrategias para atacar la enfermedad es controlar al vector o chicharrita mediante control químico, biológico o con trampas de feromonas. Los insecticidas abamectina e imidacloprides, aplicados al follaje, reducen significativamente la población de la etapa juvenil del insecto o ninfas en el cultivo.
En cuanto al control del insecto por enemigos biológicos de éste, se han identificado 17 géneros y 15 especies de mariquitas (coccinélidos) asociados a él, así como también diferentes especies de arañas, depredadores y hongos que atacan a la chicharrita (entomopatógenos).
¿Cómo controlar a la bacteria?
Otra de las estrategias es el uso de una nutrición vegetal adecuada que puede ser mediante fertilizantes orgánicos, acompañado del uso de bacterias y hongos benéficos, como le ha estado haciendo la empresa BioFlora, con buenos resultados no solo en invernadero sino en huertas https://www.bioflora.com/bioflora-approaches-to-combat-hlb/.
LANBAMA tiene un convenio con BioFlora y hemos visto buenos resultados en cultivos de naranja en Sonora, después de varios meses de tratamiento, de tal manera que la cantidad de la bacteria presente en el árbol disminuye al grado que desaparecen los síntomas y se recupera la calidad del fruto. Estas estrategias de control biorracional son preferibles al control químico que daña el medioambiente.
Estos tratamientos se están aplicando con productores de Cd. Fernández S.L.P.
También se ha visto que si uno usa un pedazo de tallo con raíz conocido como porta-injertos (o patrón), el que se han modificado por biotecnología y producen compuestos como proteínas que ayudan a defenderse a la planta, y éstos se les introduce un tallo o injerto de una variedad con alto rendimiento, pueden producirse plantas tolerantes al HLB, estos trabajos se han probado en un USDA en Florida, USA.
En resumen, debemos seguir un manejo integrado de plagas y enfermedades con apoyo de los comités de sanidad vegetal, laboratorios acreditados y productores cooperantes que deseen probar métodos alternativos para el control de esta enfermedad, y estar alertas ya que actualmente hay una bacteria conocida como Candidatus Liberibacter solanacearum que afecta a jitomate, chile y papa y es transmitida por un pulgón saltador, que puede a llegar a causar estragos en estos cultivos.
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