Los humedales; ¿Qué son? ¿Son indispensables para la vida y la supervivencia de las personas en el planeta?

Dr. Leonardo Chapa Vargas, DCA/IPICYT

A los ecosistemas en los que el agua es el elemento fundamental, que controla los procesos ecológicos, se les denomina humedales. Se encuentran en ambientes costeros y en el interior de los continentes. Algunos ejemplos de tipos de humedales de agua salada son los manglares y arrecifes de corales. Los ríos, lagos, estanques, manantiales, llanuras inundables y pantanos son ejemplos de humedales de agua dulce. También existen humedales artificiales, como estanques para la producción de peces, bordos para la alimentación de ganado y otra fauna, o sembradíos de arroz. 

La Organización de las Naciones Unidas designó al 2 de febrero de cada año como el día internacional de los humedales. En San Luis Potosí, de manera similar al resto del planeta, cerca del 6% de su superficie corresponde a humedales. Existen dos sitios en nuestro estado, la Ciénega de Tamasopo y los Arroyos y Manantiales de Tanchachín, que han sido designados como humedales de importancia por la Convención Ramsar, el organismo internacional que reconoce y promueve la conservación y uso racional de los humedales del mundo. Adicionalmente, existen muchos más humedales que, aunque no han sido registrados en la Convención Ramsar, son indispensables para sostener a la diversidad biológica y garantizar el bienestar de la comunidad potosina. ¿Cómo es que los humedales proveen bienestar a los humanos a nivel global? ¿Cómo benefician los humedales de San Luis Potosí a las personas que aquí viven? En los siguientes párrafos me centraré en responder a estas preguntas.

Los humedales proporcionan el agua para mantener la vida, coadyuvan en la producción de alimento para los animales domésticos y las personas, permiten que millones de personas tengan modos de vida asociados a los mismos humedales, ayudan a regular el clima, son de importancia para el desarrollo cultural y religioso y sostienen la diversidad biológica.

El acceso al agua limpia es indispensable para la vida, no únicamente por su empleo para beber, también es necesaria para la salud física; durante la pandemia causada por el virus SARS COV2 y en muchas otras epidemias, por ejemplo, la disponibilidad de agua limpia fue clave para combatir a los agentes causantes de las enfermedades. Desafortunadamente, el acceso al agua limpia es un derecho que aún no está garantizado para toda la población y muchas personas sufren por no tenerla. La mayor parte del agua para uso humano proviene de los humedales de agua dulce. Así, es importante mantenerlos saludables, es decir, con buenos niveles de agua limpia, sin contaminación química, con un control de especies invasoras y en general, que los procesos ecológicos en ellos funcionen adecuadamente. En muchas ocasiones es necesario aplicar tratamientos al agua para garantizar que su uso no sea riesgoso.

Aproximadamente la mitad del territorio potosino se localiza en una zona semiárida en la que existe la necesidad de manejo de los humedales que promueva el cuidado extremo de su agua. En esta región, el agua proviene principalmente de acuíferos someros y profundos y de presas, y es necesario transportar grandes distancias al agua para su uso. En la zona media del estado, numerosos manantiales como la Medialuna proporcionan grandes cantidades de agua. Sin embargo, aún en regiones con la mayor cantidad de agua, como la Huasteca, el agua debe ser aprovechada inteligentemente para asegurar su calidad y tomar precauciones para afrontar eventos climáticos extremos, como los períodos prolongados de sequías y temperaturas elevadas que cada vez son más frecuentes, pero difíciles de anticipar. Algunos humedales que en esta región han registado una elevada biodiversidad, como la laguna de patitos, actualmente están casi completamente secos.

El acceso al alimento es indispensable para la supervivencia de las personas y depende completamente de los humedales. Actualmente, 2.7 billones de personas no tienen acceso a una dieta saludable y balanceada. Los problemas de seguridad alimentaria se han incrementado recientemente debido a la crisis causada por la pandemia y los conflictos entre algunas naciones. Para resolver esta crisis, la producción de alimento mediante recolección, pesca, acuacultura, agricultura o ganadería, depende de la disponibilidad del agua en los humedales. En San Luis Potosí, la producción agrícola es privilegiada en algunas regiones con humedales con abundante agua. En los alrededores de Ríoverde, los manantiales proveen grandes cantidades de agua para la agricultura. Algunos de los manantiales con mayor caudal han sido canalizados para abastecer a una extensa región agrícola. El otro lado de la moneda es que el uso de esta agua ha sido a expensas de un gran humedal que anteriormente existía en la región y que sostenía valores elevadísimos de diversidad animal y vegetal de los que actualmente ya solo existen relictos. Por otro lado, en la región árida del estado, la agricultura de riego es viable únicamente en pocas zonas con acceso a acuíferos o presas, y la ganadería depende de la disponibilidad de agua en pozos o estanques intermitentes, por lo que la producción disminuye en años secos, afectando la economía local.

Los modos de vida de millones de personas dependen de los humedales que sostienen sus economías familiares. Estos proveen fuentes de empleo ya que proporcionan oportunidades para el turismo, materia prima para medicamentos, medios de transporte, etc. Así, a menudo los asentamientos humanos se concentran en las inmediaciones de humedales. En San Luis Potosí cientos de miles de personas habitan cerca de o en los humedales. En todas las regiones del estado, los humedales son utilizados para efectos recreativos. Las actividades económicas en el estado a menudo dependen del uso de los recursos de los humedales y sufren durante las sequías.

Los humedales contribuyen casi más que cualquier otro ecosistema a controlar el clima ya que sostienen vegetación que captura carbono del ambiente. Los humedales también son fuente de agua que se evapora y contribuye a que haya lluvia. Además, su vegetación asociada provee protección contra eventos climáticos extremos. Así que es importante proteger a la mayor cantidad de humedales posible, haciendo un uso racional y sostenible de ellos. En el caso de San Luis Potosí, aproximadamente la mitad de sus humedales se localizan en áreas naturales que cuentan con algún tipo de protección. Sin embargo, en la mayoría de las áreas protegidas de México y muchos otros países, las acciones de conservación son incipientes. Así, es importante incrementar el número de humedales protegidos e implementar estudios científicos para diseñar e implementar acciones viables de manejo para buscar la conservación y uso sostenible de los humedales.

El desarrollo del arte, la cultura y las religiones siempre se han asociado a humedales. El estado potosino es visitado cada año por personas Wixárikas (pertenecientes al pueblo Huichol) que realizan una peregrinación hacia sitios sagrados en el Área Natural Protegida conocida como Wirikuta. La mayor parte de los sitios sagrados de la comunidad Wixárika son humedales que se localizan en la zona árida del estado. Así mismo, las comunidades indígenas en la región huasteca a menudo asocian sus costumbres a los arroyos y manantiales de Tanchachin y otros humedales.

Los humedales sostienen una diversidad biológica mayor que casi cualquier otro ecosistema y los humanos dependemos directa e indirectamente de esta diversidad. En los humedales de San Luis Potosí existe una biodiversidad elevada y muy distintiva. Por ejemplo, en el estado habitan alrededor de 100 especies de aves de las cuales para la mitad, su conservación es de interés internacional por ser migratorias. Además, en los manantiales cercanos a Ríoverde, se han registrado siete especies que no existen en ninguna otra parte del mundo. Los humedales potosinos son igualmente importantes para una gran diversidad de plantas y animales.

En conclusión, los humedales se encuentran en todo el planeta y de ellos depende la salud física y mental de las personas, pero también la salud ambiental. Sin humedales saludables en todo el mundo, sometidos a un uso racional y sustentable no sería posible garantizar la salud de las personas y la viabilidad a largo plazo de la vida en el planeta. Así que es necesario cambiar nuestra mentalidad para buscar esquemas que no separen la salud de las personas de la de los ecosistemas y en especial de los humedales. Debemos garantizar una sola salud única, integradora de la salud de las personas y del entorno ambiental.

El Dr. Leonardo Chapa Vargas, es Coordinador Acádemico e investigador de la División de Ciencias Ambientales en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) ¿Te interesa contactarlo? Escríbele a: lchapa@ipicyt.edu.mx 

Si quieres conocer más del IPICYT, contáctanos: comunicacion@ipicyt.edu.mx

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